En algunas subastas se llegan a pagar auténticos dinerales por este formato clásico de música
Hubo una época no hace mucho donde toda la música se consumía a través de unas pequeñas cajas de plástico que contenían una cinta magnética preparada para reproducir sonidos. Aquellos aparatos estaban en mercadillos, tiendas especializadas y especialmente en gasolineras.
Todos los que superen la treintena conocerán muy bien este formato conocido como casete, la forma más popular de escuchar música durante los años 80 y 90, que con las nuevas tecnologías ha sido sustituido por el streaming.
A pesar de ello, las cintas de casete no han terminado de morir y podrían tener una segunda vida gracias a la fiebre vintage y la afición por las antigüedades al haberse convertido en objetos de coleccionista.
Según recoge el tabloide británico The Sun, pueden llegar a pagarse auténticas fortunas por algunos casetes con precios que varían desde los dos euros hasta rozar los 4.000 al tratarse de ediciones limitadas o especiales.
Steve Asher, tasador de música especializado en una casa de subastas en Reino Unido, explica al periódico británico que el estado de la cinta, la rareza y la popularidad del artista son las tres cosas más importantes a considerar para determinar el valor de un casete.
Uno de los casetes más caros del mundo es un disco homónimo y autoeditado por Linkin Park, con el nombre original de la banda, Xero, según el mercado de coleccionistas de música Discogs.
El segundo casete más caro vendido en Discogs es un casete promocional hecho por Prince. La cinta, llamada The Versace Experience - Prelude 2 Gold, se entregó a los asistentes al desfile de Versace en la Semana de la Moda de París en 1995 y se vendió por unos 4.000 euros.
Asher explica que «cuanto más coleccionable sea la banda, más valioso será el casete». Por ejemplo, Nirvana es otro de los grupos más cotizados. Mientras que el grupo de rock alternativo de los años 80, The Pixies, también pueden ser un gran éxito entre los coleccionistas. Uno de sus cintas, autoeditada en 1987, se vendió por más de 1.000 euros.
Y tú, ¿eres amante de este formato? ¿Alguna de valor?
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