

¿Por qué, por ejemplo, es una ruina ir al concierto de Lady Gaga?
Conseguir entradas para los grandes conciertos de las estrellas de la música se ha convertido en toda una odisea para los fans.
Ahora, no solo se encuentran con colas virtuales de horas, sino que, una vez dentro de las plataformas de venta de entradas, puede que el coste de los asientos no sea el mismo que se había anunciado anteriormente.
Estos precios, llamados precios dinámicos, constituyen un sistema que ajusta el costo de las entradas en función de la demanda en tiempo real.
Alta demanda

Aprovechan la alta demanda para subir considerablemente los precios. Según Eugeni Calsamiglia, exdirector de la plataforma, se hace para combatir la reventa y evitar que el precio se dispare en el mercado de segunda mano.
“La gente paga lo que quiere pagar. Las entradas se acaban vendiendo, lo que no se sabe el precio. La cuestión es que, cuando las ponemos a la venta, esas entradas ya no valen 190 euros, sino 800, de manera que al revendedor le dejamos un margen pequeño e igual no le compensa. Al final tú decides, nadie te pone una pistola para comprar una entrada", explicaba en 2018 a Europa Press.
400 euros en grada
Esto es lo que ha sucedido con el precio de las entradas de la gira de Lady Gaga. La base de precios oscilaba entre los 55 y 180 euros, pero han ido aumentando con la demanda hasta alcanzar los 400 euros en grada.
Además, los paquetes VIP han alcanzado cifras de hasta 630 euros, generando gran frustración en los compradores.
Ante esto, los seguidores de la cantante han expresado su descontento a través de las redes sociales y han denunciado que este sistema hace que ir a un concierto se convierta en un lujo asequible para unos pocos afortunados.
Y tú, ¿cuánto te han costado las últimas entradas al que has asistido?
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