El disco está cargado de colaboraciones de superestrellas del género como Dolly Parton, Tim McGraw, Chris Stapleton o Luke Combs. Paradójicamente, la carátula de este nuevo superventas no ilustra la América profunda.
El artista de 29 años, de nombre Austin Richard Ford, se hizo famoso rapeando en temas subidos a SoundCloud, una plataforma digital que le sirvió para lanzar su carrera. Para 2015 era una de las nuevas voces del género en Estados Unidos. En mayo de ese año tuiteó que antes de sus 30 se convertiría en cantante de folk y country.
Cumplió su promesa. Este año, Post Malone ha dejado varias pistas de su transformación. En abril cambió el atuendo de rapero urbano por el de vaquero para Stagecoach, el festival que es el hermano rural de Coachella. Su número estuvo lleno de himnos country de los 90, un guiño al sonido que lo marcó en su infancia en los suburbios de Dallas, Texas. También se dejó ver, en otros festivales, con otros astros del género como Morgan Wallen y Blake Shelton, el esposo de Gwen Stefani, vocalista de No Doubt, y juez del popular reality The Voice.
La imagen que decora F-1 Trillion es del artista Gonzalo Lebrija (Ciudad de México, 1972). “Me apareció como una especie de sueño. Vi esta idea y me obsesioné con hacerla en fotografía”, cuenta el artista desde su casa en Guadalajara, donde vive y trabaja. La obsesión se convirtió en la obra llamada Breve historia del tiempo (2008). La imagen captura un Valiant Duster, un muscle car estadounidense en caída libre. Fue tomada con una cámara de cine que tomaba 150 cuadros por segundo.
La imagen evoca en Lebrija un sentimiento de nostalgia por una era en la que el automóvil era uno de los objetos más importantes para la humanidad. “Los coches te daban un sentido de libertad o de anhelo de libertad, y al ponerlo reflejado contra el agua es un homenaje al fin de una era”, indica Lebrija. La pieza ocupa un lugar destacado en una obra llena de sentido lúdico y con constantes referencias al paso del tiempo.
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