Eunice Kathleen Waymon, nombre real de Nina Simone, nació el 21 de febrero de 1933 en Tryon, Carolina del norte. Era la sexta de ocho hermanos dentro de la familia de un obrero manual y una sirvienta doméstica. Niña prodigio, ya tocaba el piano a la edad de cuatro años y junto con sus hermanas cantaba en el coro de la iglesia metodista que su madre dirigía. En 1943, cuando tenía 10 años, dio su primer concierto de piano en la biblioteca de la ciudad. Allí conoció su primer aplauso y su primer choque con el racismo: durante el concierto quitaron a sus padres de la primera fila del local para acomodar a un grupo de blancos.
Este episodio fue la primera de una cadena de experiencias traumáticas para ella, y está, sin duda, en el origen de su compromiso con la lucha por la libertad y por las reivindicaciones de los negros en Estados Unidos. Con la ayuda económica de su profesor de música pudo estudiar en la escuela de música «Julliard» de Nueva York, y de allí su familia se trasladó a Filadelfia, donde intentó conseguir una beca para el Instituto Curtis, pero fue rechazada por el color de su piel. A pesar de que tenía una formación pianística clásica, para mantener a su familia tuvo que empezar a trabajar en 1954 en un club de Atlantic City como cantante. Fue entonces cuando cambió su nombre por el de Nina, tomado del castellano para definirse como «la pequeña» y Simone, de la actriz francesa Simone Signoret de quien era admiradora.
En 1959 grabó sus primeros discos para el sello Bethlehem. En ellos dio muestras notables de su talento como pianista, cantante, adaptadora y compositora. Algunas canciones se convirtieron en clásicos de su repertorio. La canción I Love You Porgy, de la ópera Porgy and Bess, de Ira y George Gershwin, le convirtió de golpe en una estrella, vendiendo un millón de copias. Desde estos primeros registros, su repertorio se llenó de jazz, gospel, blues, soul, música clásica y canciones populares de origen diverso, recorriendo una gama muy amplia en su repertorio en una amalgama totalmente personal, cálida y de enorme expresividad. Su forma de tocar el piano es decisiva en muchas de sus interpretaciones, pero especialmente en la conocida My Baby Just Cares For Me.