
Empezamos una nueva sección en la que iremos poniendo canciones, álbumes, noticias y reportajes sobre uno de los géneros americanos que más nos gustan por aquí. Bienvenid@s al panorama vaquero!!
Después del éxito de su álbum debut Shot in the Dark, Ashley Cooke ha obtenido elogios como el Artista Discovery del Año de MusicRow, el Novato del Mes de Billboard y un Premio CMT al Video Femenino Revelación del Año. Con su primer sencillo No. 1 "Your Place" haciendo olas en la radio country, Cooke se ha establecido firmemente como una voz líder en la música country moderna.
En una sorprendente fusión de country soul y carisma pop, la poderosa artista country Ashley Cooke une fuerzas con la superestrella mundial Joe Jonas para ofrecer "All I Forgot", un himno de desamor inolvidable que captura el dolor de los recuerdos que se niegan a desvanecerse, sin importar cuánto intentes ahogarlos. Con letras evocadoras, una producción exuberante y un dúo rebosante de emoción cruda, esta canción está preparada para dominar las ondas de radio country y pop.
La canción combina magistralmente la calidez de la instrumentación country con las suaves texturas del pop contemporáneo. Sintetizadores atmosféricos y ritmos lujosos se arremolinan bajo las armonías entrelazadas de Cooke y Jonas, creando un paisaje sonoro que se siente íntimo y cinematográfico.
Líricamente, la canción le da la vuelta al clásico tropo de "beber para olvidar". Cooke abre la canción con una confesión de que sus intentos de borrar la angustia con cócteles y tragos solo han hecho que los recuerdos sean más nítidos. Su conmovedora interpretación del coro resuena con cualquiera que alguna vez haya tratado de ahogar los sentimientos, solo para encontrarlos saliendo a la superficie.
Jonas entra en la segunda estrofa, reflejando la angustia de Cooke con una dosis de delicadeza pop. Su suave voz añade una capa de vulnerabilidad, ya que admite que cada sorbo no hace más que intensificar su anhelo. La sinergia entre la calidez country de Cooke y el pulido pop de Jonas crea un dúo que se siente como una conversación entre dos corazones atrapados en el mismo ciclo de dolor, bebida y repetición.
La producción, dirigida por Joey Moi, conocido por su trabajo con Morgan Wallen y Florida Georgia Line, y Charlie Puth, cierra a la perfección la brecha entre el country y el pop. El resultado es un tema accesible para los fans de ambos géneros, con suficiente peso emocional como para resonar mucho después de que la nota final se desvanezca.