David Bowie, el hombre que desafió los estereotipos y que tuvo un impacto cultural más allá de sus famosas canciones. Él fue más que un artista, era un camaleón que se metía en la piel del músico, del actor, del compositor y del creador de estilos.
Como diría el propio Bowie: "Siempre he pensado que la única forma de vivir la vida era como Superman, a por todas. Me sentía demasiado insignificante siendo solo otra persona más".
Y así fue, David Bowie no fue ni será una persona más. Su legado musical y artístico lo convirtieron en un icono pop que sigue dando de qué hablar.
“The Rise and Fall de Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” es posiblemente el álbum más importante en la carrera de David Bowie.
Lanzado en 1972, es el disco que puso al voluble músico en camino de convertirse en una de las estrellas del pop más conocidas del planeta. En poco más de un año, el marciano mesiánico de Bowie invadió las mentes con una combinación asesina de rock ‘n’ roll extraterrestre y sexualidad escandalosa.
Todo ello con botas de tacón alto, vestidos multicolores y maquillaje extravagante. En palabras del propio Bowie, Ziggy era ‘un cruce entre Nijinsky y Woolworths’, pero este choque cultural poco probable funcionó: Ziggy convirtió a Bowie en polvo de estrellas.
Esta película cuenta la historia de cómo Bowie hizo una de las creaciones más ambiciosas de la historia de la música pop, de la que ahora 50 años más tarde, va a estar disponible nuevamente en cines. Las canciones, los peinados, la moda y la presentación teatral se fusionaron para convertir a David Bowie en la locura más grande desde los Beatles.
El éxito instantáneo de Ziggy dio la impresión de que era la estrella del pop perfectamente planificada. Pero, como revela la película, para David Bowie había sido una lucha trascendental encontrar la fórmula correcta que lo llevaría a la cima.
Narrado por el fan y cantante Jarvis Cocker, revela la misión de Bowie a las estrellas a través de los músicos y colegas que lo ayudaron en su inquebrantable búsqueda de la fama, un viaje musical que llevó a Bowie a dudar de su verdadera identidad, lo que finalmente obligó a la repentina desaparición de su alter ego alienígena, Ziggy.
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