Hoy cumple años el primer trabajo oficial de Paul sin su banda The Beatles.
Lanzado una semana después de que Paul McCartney anunciara que dejaba The Beatles, un movimiento de marketing tan astuto como cobarde, ya que Lennon ya había anunciado su intención de irse, pero estaba convencido de guardarlo temporalmente para sí mismo por el bien de la banda, McCartney no fue exactamente el primer proyecto en solitario de Paul (anteriormente había ayudado a componer la película de John & Hayley Mills "The Family Way"). Pero fue fácilmente lo más importante, su salva de apertura y declaración como solista liberado de las frustraciones y expectativas con las que había sido cargado como Beatle.
Tanto en la calidad de sus canciones como en el carácter de su producción, McCartney será sin duda una decepción para muchos fanáticos de los Beatles. La mayoría de la gente probablemente esperaba que el álbum de Paul fuera un salto gigantesco "más allá de los Beatles", un espectáculo súper alucinante con canciones que harían que "Hey Jude" y "Let It Be" parecieran pálidas en comparación. Esto no sucedió. Cuando se compara con lo mejor del trabajo anterior de los Beatles, las canciones de McCartney son claramente de segunda categoría.
Si bien no hay canciones de proporciones verdaderamente clásicas de los Beatles, la mayoría de los cortes son de muy buen gusto y divertidos de escuchar.
La fórmula de bajo perfil se traslada a los cinco (así es, cinco) instrumentales en el disco. Por razones que solo él conoce, Paul no toca ninguna de las espectaculares líneas de bajo de su período en Abbey Road. Tampoco nos honra con el maravilloso trabajo de piano que destaca el álbum blanco de los Beatles y muchos de los exitosos singles de los Beatles. Tocando y sobregrabando la batería, la guitarra principal, el bajo, el órgano, etc., Paul se apega a líneas y ritmos que pacifican en lugar de sorprender.
Y a ti, ¿qué te parece este primer trabajo del ex-Beatle?
Te leo en comentarios.
😊