
“¿Alguien puede volar esta cosa, antes de que mi cabeza explote o empiece a sonar? / Vivimos toda nuestra vida dentro de burbuja”
El origen del grupo se remonta a 1996, cuando Chris Martin conoció al guitarrista Jon Buckland en la residencia del University College. “Fui a Londres así como Dick Whittington iba en busca de oro”, comentó el cantante nacido en Exeter en referencia al tradicional personaje inglés. “Solo que en vez de un gato, llegué con 12 bolsos. Luego conocí a Jonny y todo cambió”. Empezaron a tocar juntos y a componer canciones. Tiempo después se les sumó el bajista Guy Berryman y el baterista Will Champion.
Antes de llamarse Coldplay, el grupo adoptó unos cuantos nombres: Big Fat Noises, Starfish y Pectoralz. El bautismo definitivo llegó por cortesía de un compañero de estudios, Tim Crompton, que se basó en un libro de poemas de un tal Philip Horky titulado Child’s Reflections, Cold Play . Con la formación definitiva no tardaron en grabar: en 1998 lanzaron un EP independiente con tres canciones llamado Safety.

Al año siguiente, además de The Blue Room, editaron “Brothers & Sisters”, su primer acercamiento al éxito. Todo sucedió gracias a un DJ de la BBC que la incluyó en su programa y luego invitó al grupo a tocarla en vivo. El documental Coldplay: A Head Full of Dreams (2018) registra ese set, que además incluyó a “Shiver”, que luego grabarían en Parachutes. “Brothers & Sisters” se metió en el Top 100 de las listas británicas y llamó la atención de Parlophone, el sello que editó a los Beatles y a Radiohead, que los fichó para que trabajaran en su primer disco.
Parachutes se grabó en los estudios Rockfield, al sur de Gales. Fue allí donde nació “Yellow”, que hoy acumula 2333 millones de reproducciones en Spotify. Durante una pausa en la grabación nocturna de “Shiver”, los músicos salieron a tomar algo y Chris quedó cautivado con el cielo. Se le ocurrió una melodía, esbozó una letra inspirada en Neil Young que tenía a las estrellas como protagonistas. Sus compañeros se entusiasmaron y crearon un arreglo, pero todavía faltaba la letra. El “Yellow” con el que termina cada estrofa surgió de las Páginas Amarillas que alguien tenía en el estudio. Era una idea provisoria, pero calzaba tan bien con la métrica que se volvió definitiva.

El resto de Parachutes está cargado de canciones contemplativas y cargadas de cierta melancolía. “Sparks”, una súplica detrás de una segunda oportunidad amorosa (“Sé que estuve mal, pero no te voy a voy a decepcionar”), es uno de los momentos más íntimos y entrañables del disco. Es otro de los grandes clásicos del grupo: tiene 971 millones de reproducciones en Spotify. El arrepentimiento también alimenta a “Trouble”, una balada de piano que funciona como un pedido de disculpas de Chris a sus compañeros. “Había algunas cosas que no funcionaban en la banda, y esta canción es sobre comportarse mal con alguien a quien querés de verdad. Y yo estaba haciendo eso con algunos miembros del grupo”, declaró tiempo después.
Aunque Parachutes se iba a grabar en dos semanas, diversas giras y conciertos obligaron a extender el periodo de grabación desde finales de 1999 hasta mayo de 2000. El primer lugar donde comenzaron las grabaciones fue en los Rockfield Studio, en Gales, además de los Matrix Studios y Wessex Sound Studios, aunque la mayor parte de la grabación se hizo en los Parr Street Studios en Liverpool.

Como en el concierto de Liverpool Ken Nelson notó a la banda muy tensa, estuvieron un tiempo extra en el estudio, pensando como deberían tocar las nuevas canciones en directo y a que ritmo.
Para la banda, estas grabaciones fueron muy cómodas. El baterista Will Champion describió el proceso como "liberador".
Parachutes se publicó en julio del 2000 y debutó en el número uno de Inglaterra. Gran parte del éxito se debía a “Yellow”, que se había lanzado unas semanas antes y se acompañaba de un videoclip que fue un fenómeno en MTV: grabado en una sola toma y sin cortes en una playa de Studland, el video muestra a Martin cantando y mirando a cámara en slow-motion. Es uno de los clips más representativos de Coldplay.