Un año con obras incomparables que este nuevo año cambian de decena. Si aún no has leído la segunda parte te invito a hacerlo en el siguiente enlace.
EXTREMODURO: PEDRÁ
Un disco conceptual, integrado por una única canción de media hora que, como tantas otras ideas de Robe, fue incomprendida en su momento para convertirse en obra de culto con el paso de los años.
Lo que Robe puso sobre la mesa no tenía nada que ver con lo que había hecho hasta aquel entonces: una única canción, de casi media hora (29 minutos y 28 segundos para ser exactos), con multitud de cambios, subidas y bajadas. Su letra mantenía las marcas de la casa: poesía (con algunos versos prestados de Manolillo Chinato) plagada de declaraciones de intenciones, excesos, sexo, amor, desamor y frases lapidarias (“Tengo claro que no quiero ser como tú”, “He aprendido, de estar solo, a llorar sin molestar, y a cagarme en los calzones, y a dudar”, “Si quieres que yo te quiera lo vas a tener muy crudo, pues yo no meto la lengua en ese chocho peludo”).
La intención era haberlo editado bajo el nombre de Pedrá, pero tras más de un año no encontraban una discográfica capaz de apostar por una ópera prima tan arriesgada y anticomercial. Finalmente fue DRO (su discográfica desde 1991, absorbida ya por Warner Music en aquel entonces) la que accedió a publicarlo, siempre y cuando lo hicieran bajo el nombre de Extremoduro.
FAITH NO MORE: KING FOR A DAY… FOOL FOR A LIFETIME
Incluye el metal, el pop y el funk retorcido habituales. Y agrega conscientemente lounge, jazz, bossa nova, funk de big band, soul, gospel y country y western en una letal olla en ebullición musical. Sin duda, es el disco más aventurero y trasngresor de todos los de Faith No More. Y si bien podría haber sido una decepción para London Records, es el más divertido de escuchar solo por la riqueza de ideas.
Un factor que podría explicar la naturaleza del disco fue la incorporación del guitarrista Trey Spruance. Venía de la otra banda de Mike Patton, Mr Bungle. Una compañía de metal de vanguardia de Eureka, California, que está bien en pequeñas dosis.
RED HOT CHILI PEPPERS: ONE HOT MINUTE
Después del éxito de Blood Sugar Sex Magik de Red Hot Chili Peppers, se podría pensar que todo era color de rosa para las florecientes superestrellas. Pero hubo algunos obstáculos en el camino antes de que el grupo lanzara su próximo álbum. El mayor de estos obstáculos llegó cuando el guitarrista John Frusciante, que se había convertido en una importante fuerza creativa en la banda, decidió alejarse en 1992.
Si bien había mucha anticipación por nueva música después de Blood Sugar Sex Magik y la adición de Navarro a la alineación, el álbum One Hot Minute y el ciclo de giras resultaron ser uno de los períodos más decepcionantes en la historia de la banda. El álbum fue certificado oro en noviembre de 1995 y finalmente alcanzó el estatus de doble platino, pero vendió menos de la mitad de copias que su predecesor. Además, en 1998, el mandato de Navarro había terminado. El guitarrista le diría más tarde a NME que sus propios problemas con las drogas y las diferencias musicales jugaron un papel en su salida. "Anthony dice que fue porque me tropecé y me caí sobre un amplificador mientras estaba bajo los efectos de las drogas", recordó Navarro. "Yo digo que él estaba tomando más drogas que yo en ese momento. Los dos teníamos una relación laxa con la realidad”.
AC/DC: BALLBREAKER
El 26 de septiembre de 1995 llegaba a los estantes de las tiendas de discos “Ballbreaker”, el decimotercer álbum de estudio de los australianos AC/DC y el único que produjo para la banda el gurú del rock y viejo seguidor del grupo, Rick Rubin (el barbudo productor había trabajado previamente con la banda en el tema “Big Gun”, que fue a parar a la banda sonora de “Last Action Hero“, la película protagonizada por Arnold Schwarzenegger). Se trataba también del primer disco de AC/DC en cinco años, ya que el anterior “The Razors Edge” fue lanzado por las mismas fechas pero en 1990 (entre medio, en 1992, se editaría el famoso “Live”, álbum en vivo registrado durante la gira de verano de 1991).
Podría pensarse que por aquellas alturas AC/DC ya tenían bien poco que ofrecer, pero con “Ballbreaker”, disco que dio éxitos como “Hard as a Rock” -y su inolvidable vídeo-, “Hail Caesar” o el propio tema título, AC/DC alcanzaron el número 1 de las listas australianas (llegando a disco de oro el mismo día de su lanzamiento), además de en otros lugares como Finlandia, Suecia o Suiza, y se pasearon entre los diez primeros puestos en varios países como el Reino Unido y los Estados Unidos, país este último donde está actualmente certificado como doble platino por superar los dos millones de copias vendidas.
THUNDER: BEHIND CLOSED DOORS
El tercer álbum de estudio de la banda inglesa de hard rock Thunder, Behind Closed Doors, se lanzó originalmente en 1994 y alcanzó el puesto número 5 en la lista de álbumes del Reino Unido tras su lanzamiento. Reforzándolos como uno de los mejores bancos de rocas de las Islas Británicas. Se lanzaron tres sencillos entre los 40 mejores del Reino Unido; Stand Up, Río Del Dolor y Castillos En La Arena. El álbum fue producido por el guitarrista Luke Morley y el mezclador de larga data, Mike Fraser, con contribuciones escritas de todos los miembros de la banda y el ex productor y guitarrista de Duran Duran, Andy Taylor.
ALICE IN CHAINS: ALICE IN CHAINS
No fue hasta que "Man in the Box" obtuvo la rotación de MTV seis meses después en 1991, cuando 6 semanas después, el álbum vendió más de 400 mil copias y la presencia de la banda se sintió en todo el país. Se convirtió en el primer álbum del grunge en ser certificado oro y, en cierto modo, abrió las puertas para que todo el movimiento entrara en el mainstream. Cantrell y Staley tuvieron infancias y vidas familiares difíciles, y sus pasados similares los llevaron a formar una conexión distinta como un dúo de guitarristas y vocalistas de primer nivel.
Lo interesante es que muchos de los créditos de escritura son para Cantrell y las inspiraciones detrás de las letras son tanto de la vida de Cantrell como de la de Staley. Lo que hace que este álbum sea genial es que es a partes iguales las interpretaciones vocales de Staley y los solos y riffs de Cantrell.
SUPERGRASS: I SHOULD COCO
Supergrass irrumpieron en escena coincidiendo con el máximo apogeo del Brit-pop, para terminar formando parte indispensable del movimiento sobre todo en base a un estreno tan descarado e intenso como “I Should Coco” (Parlophone, 95). Influencias como las de Small Faces, Madness, The Clash, Buzzcocks o T. Rex se entremezclaban y enriquecían la entrega, aunando (y remarcando) contundencia, pop juguetón, glam de mercadillo e irreverencia en el mismo lote.
El trío de Oxford debutaba así haciendo apología de una juventud desenfrenada y descarada, con Gaz Coombes, Danny Goffey y Mick Quinn encandilando gracias a toneladas de frescura, buen humor y diversión, sin sacrificar en ningún momento una calidad fuera de toda duda.
La fuerza de las propias canciones supuso el éxito inmediato de público y crítica, con el elepé motivando el flechazo en una época en la que todavía se escuchaban los discos enteros. Era la consecuencia de una serie compensada e ininterrumpida formada por piezas como “I'd Like To Know”, “Caught By The Fuzz”, “Mansize Rooster”, “Alright”, “Lose It”, “Lenny”, “Strange Ones” o “Time”, todas ellas joviales, dotadas con estribillos alocados y de apariencia luminosa.
NO DOUBT: TRAGIC KINGDOM
Liderado por el contagioso single pseudo-new wave "Just a Girl", el debut de No Doubt, Tragic Kingdom, se extiende a ambos lados de la línea entre el punk de los 90, el ska de la tercera ola y la sensibilidad pop. El disco fue producido por Matthew Wilder, el autor detrás de "Break My Stride". Wilder mantuvo su producción ágil y accesible, acentuando la atractiva mezcla de melódico new wave, rock post-grunge y sol de la costa oeste de No Doubt.
A pesar de que la banda no siempre es capaz de fusionar su energía vanguardista con melodías pop, la combinación funcionó mucho mejor de lo que cualquiera podría haber esperado. Cuando todo encaja, el disco es pura diversión, incluso si algunas partes del álbum te hacen desear que puedan mantener esa energía a lo largo del disco. Es posible que Tragic Kingdom no haya tenido mucho impacto en su lanzamiento inicial a fines de 1995, pero a lo largo de 1996 "Just a Girl" y "Spiderwebs" dominaron positivamente las ondas, tanto alternativas como convencionales, y en 1997 No Doubt consolidó su atractivo intergeneracional con el éxito de balada "Don't Speak".
BJÖRK - POST
El art-pop moderno y la música bailable experimental con letra, le deben mucho a Björk en su etapa del disco Post, un material que llevó al siguiente nivel lo que la islandesa venía haciendo desde su primer álbum.
Bien se sabe que luego de alcanzar un éxito mediano con The Sugarcubes, Björk sintió la necesidad de experimentar en algo que no fuera completamente rock.
Así que, después de unos pocos años de vivir en Londres, se fascinó con la electrónica y sus estilos diversos. Pero no la música de club genérica para bailar, si noaquello más experimental, menos tradicional.
THE CHEMICAL BROTHERS - EXIT PLANET DUST
Exit Planet Dust, aunque es su disco debut, provocó que The Chemical Brothers se cambiaran el nombre (antes eran Dust Brothers y su antiguo nombre es referenciado en el título del álbum). Y si Björk había logrado combinar la electrónica underground con composiciones instrumentales, Ed Simmons y Tom Rowlands lograron algo similar, pero con música rock más en forma de la mano de llamado big beat y un techno más ‘fiestero’.
Además, los ChemBros demostraron con maestría lo que es utilizar samples en canciones de forma sutil sin abusar de la composición de donde se toman esas muestras. En este discazo, hay samples de Kraftwerk, Beastie Boys, Dead Can Dance y más…
Y a ti de esta tercera parte, ¿cuál te gustó más?
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